Queridos amigos,
Comienza un nuevo año cargado de renovadas esperanzas, deseos y nuevos retos tanto en lo personal como en lo profesional. Para lo personal, no puedo hacer más que desearos a todos y cada uno de vosotros, junto con vuestros familiares y amigos, lo mejor para los próximos doce meses.
En lo profesional, simplemente, que sigáis trabajando y atendiendo tal como lo hacéis a las personas con demencia en vuestros respectivos países. No resulta sencillo escribir estas líneas sin hacer una mención especial a esas personas que son nuestra razón de ser, para las que trabajamos, cada uno desde nuestro ámbito y responsabilidad, pero que, en definitiva, nos mueven para seguir empujando hacia adelante y poner todo nuestro empeño en conseguir (o por lo menos intentarlo) mejoras en su calidad de vida.
Dicho lo cual, y desde el ámbito de Alzheimer Iberoamérica, y en particular desde la Junta Directiva de AIB no podemos empezar el año con mayor optimismo, pero también con la necesaria preocupación de intentar superar un año 2022 que se ha tenido unas peculiares circunstancias.
En primer lugar, 2022 ha sido el primer año completo de la nueva Junta Directiva que resultó elegida en octubre de 2021 en el marco del congreso virtual de AIB. Las personas que me acompañan en esta andadura, asumiendo responsabilidades dentro de esta Junta, son Ana Gratacos de Puerto Rico, Dora Bertha Quezada de México, Jacqueline Arabia de Colombia, José Modesto de República Dominicana, Elaine Matheus de Brasil, Patricia Alegría de Chile. Además, Ninoska Ocampo asume la presidencia del Comité Científico Asesor, y la Presidenta Honoraria Mira Josic siempre está dispuesta a colaborar de la manera más activa posible.
Todas estas personas hemos trabajado de manera intensa durante todo el año, manteniendo una media de una reunión mensual gracias a las oportunidades de comunicación que ofrecen las tecnologías.
Ello ha permitido, entre otras cosas, no sólo conocernos y conocer mejor nuestra estructura, sino, sobre todo, tomar decisiones importantes para el conjunto de la organización.
En primer lugar, se ha intentado reforzar el uso de las redes sociales en general y del WhatsApp en particular para favorecer y mejorar la comunicación entre todos los miembros de la organización. Para ello, se siguen manteniendo los tres chats diferenciados, uno en el que participan todas las Asociaciones miembro, otro en el que los protagonistas son los presidentes de las asociaciones y un tercero dirigido a favorecer el intercambio de información rápida entre los miembros de la Junta.
A pesar de no suplir la presencia física, estos canales han facilitado y mucho la comunicación, el compartir experiencias y actividades y, sobre todo, ha generado un conocimiento precioso que refuerza a las asociaciones a nivel particular, pero también a AIB como organización paraguas.
Toda la información sobre actividades, jornadas, eventos, etc., es compartida creando comunidad, que es lo que verdaderamente importa.
Con el fin de reforzar esa comunidad, se ha propuesto la puesta en marcha y desarrollo de un proyecto conjunto en el que se quiere participen todas las asociaciones miembro de AIB a fin de generar conocimiento, de poner encima de la mesa y compartir el saber hacer de cada asociación en materia de atención y trabajo con personas con Alzheimer y crear una herramienta de intervención que sirva para las entidades de todos los países miembro de modo que se mejoren los procesos de atención especializada.
Este proyecto representa uno de los retos más importantes de AIB puesto que el resultado esperado puede suponer un nuevo escenario de cooperación internacional de especial valor, y una manera de reconocer la experiencia y competencias adquiridas por nuestras asociaciones a lo largo de los años. Puede llegar a convertirse en el primer paso para avanzar hacia la consolidación de la comunidad asociativa de Alzheimer y otras demencias internacional con peso específico en la región. En definitiva, este es uno de los objetivos estratégicos que nos hemos marcado y que esperamos conseguir con la participación y ayuda de todos.
Buscar ser el referente en la región no es algo imposible, pero sí complejo, que requiere de una serie de adaptaciones y/o cambios importantes y de calado en nuestra estructura.
Sabemos que cualquier cambio es complicado y que salir de nuestra zona de confort resulta siempre incómodo. Pero sólo hay dos opciones: o permanecer en esa zona de confort y estancarse en una rutina que lleve al anquilosamiento; o atreverse y apostar por avanzar, por introducir los cambios pertinentes, por innovar en la medida de lo posible y necesario.
Y también se ha hecho esto durante 2022. Y el primer paso dado ha sido proceder a un análisis minucioso de los Estatutos de AIB, revisando su articulado y adaptándolo no sólo a los nuevos tiempos, sino a los futuros que se esperan para nuestra organización.
En octubre la Asamblea de AIB aprobó por unanimidad la modificación de nuestros Estatutos. Se abre, en consecuencia, un futuro nuevo para AIB que permitirá avanzar en cuestiones como, por ejemplo, establecer una sede fija en la que centralizar todas las comunicaciones y establecer relaciones de colaboración con terceros, iniciar los procesos de búsqueda de la figura de una dirección que permita ejecutar de manera profesional los mandatos de la Junta y de la Asamblea, lanzar propuestas de proyectos tanto a agentes externos a la organización como a las propias asociaciones que componen esta federación internacional, etc.
En definitiva, es un paso importante para que nuestra organización despegue, eso sí, recogiendo el fruto del trabajo de las anteriores Juntas Directivas en particular y del de todas las asociaciones en general.
Una prueba de que un futuro nuevo es posible ha sido la capacidad de tomar decisiones complejas por parte de la Junta Directiva ante situaciones inesperadas, así como su flexibilidad y agilidad a la hora de crear oportunidades a raíz de una crisis. Como ya es bien sabido, lamentablemente, no pudo celebrarse el Congreso anual de AIB en Montevideo debido a circunstancias varias que impidieron la organización del evento.
Sin embargo, tras reuniones varias se apostó por una idea innovadora, por poner en marcha un experimento que, en caso de salir bien, podría representar un antes y un después en la acción formativa de AIB. Así, se aprovecharon fechas en instalaciones y se puso en marcha la primera UNIVERSIDAD ALZHEIMER IBEROAMERICA en la que se compartieron conocimientos y experiencias de las asociaciones con las asociaciones. En esta ocasión, los representantes de estas fueron los ponentes, generando un proceso de aprendizaje altamente valioso y muy bien valorado por todos cuantos asistieron.
La experiencia fue tal que la Junta abrió un proceso de reflexión y análisis en torno a este asunto, tomando una decisión importante referida a espaciar la frecuencia de los congresos e intercalar la organización de sucesivas universidades de Alzheimer. Así, cada dos años impares tendrá lugar la correspondiente edición del Congreso de AIB y en los años pares las nuevas ediciones de la UNIVERSIDAD AIB.
Al acercamiento a nuevas informaciones biomédicas y sociales, se unirá la generación de nuevos conocimientos propios de AIB. Y no hay, probablemente, mejor manera de crear comunidad, esa comunidad que todos queremos, esa comunidad referente en la región en cuanto a Alzheimer y demencias se refiere.
Pero para avanzar hacia esa comunidad, en 2022 se dio también un paso importante, necesario, que todos echábamos mucho de menos. El coronavirus nos encerró a todos durante mucho más tiempo del que hubiéramos deseado; de hecho, el congreso que en 2020 debía haberse celebrado en Cuba tuvo que ser cancelado y pospuesto al año siguiente con una edición virtual (que, por cierto, fue todo un éxito). Y, por fin, el pasado año 2022 pudimos vernos, abrazarnos físicamente gracias a la primera reunión presencial tras la pandemia en octubre en la ciudad de Montevideo, en la que, además de participar en la universidad de Alzheimer, mantuvimos la reunión de Asociaciones, la Asamblea que tuvo a bien aprobar de manera unánime las diferentes propuestas y planteamientos lanzados por la Junta. Qué mejor colofón para reafirmar nuestro compromiso, personal y como Junta, de seguir trabajando, de seguir avanzando con todas las asociaciones que componen AIB hacia la superación de los retos y desafíos que nos traerá este año 2023 que ahora empieza.
Máxima responsabilidad, pero a la vez máximo entusiasmo por contribuir a la creación de un futuro ilusionante.
Muchas gracias. Quedo, en nombre de la Junta, a vuestra disposición para lo que estiméis pertinente.
Porque para construir la AIB del futuro, hacemos falta todos.
Jesús Rodrigo
Presidente de AIB