La Secretaría de Salud celebró hoy el Día Mundial de la Salud Mental entregando a la Secretaría de Planificación una propuesta de política de salud mental que refleja el llamado a la acción que este día se realiza promoviendo la salud mental como un derecho humano universal.
Este año, la OPS/OMS exhorta a los países a promover iniciativas regulatorias y normativas para apoyar la salud mental como un derecho humano universal. Al mismo tiempo que limitan las prácticas que favorecen las violaciones de derechos humanos. Esto incluye el establecimiento de leyes de salud mental que respeten los principios de los instrumentos internacionales de derechos humanos, como la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) y la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH).
Es así que en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, La Licda. Angélica Álvarez, Subsecretaria en el Despacho de Planificación Estratégica recibió de parte del Secretario de Salud, el Dr. José Manuel Matheu esta política elaborada de forma intersectorial e interinstitucional, con la colaboración técnica y financiera de la OPS/OMS y USAID. La política fue presentada a los asistentes por la Dirección de Redes Integradas de Servicios de Salud de la Secretaría de Salud. Esta busca armonizar la prestación de los servicios de salud mental y promover mayor comprensión sobre los problemas relacionados con la salud mental.
Ana Emilia Solís, Representante de la OPS/OMS en Honduras dijo «celebramos la presentación de la Política Nacional de Salud Mental y reconocemos el compromiso de Honduras con la promoción y protección de la salud. Sin embargo, este compromiso debe trascender los documentos; debe impregnar el tejido mismo de las comunidades.La salud mental en Honduras es un desafío que va más allá del legado de la pandemia; es un rompecabezas complejo arraigado en la vida diaria de su gente. No limita su presencia a la depresión o a problemas de alcoholismo y violencia; su alcance es multidimensional».
«La comunidad, un recurso invaluable, debe convertirse en un agente activo en el primer nivel de atención. Más que un simple acceso a servicios, este nivel debe ser un espacio donde la comunidad se involucre en su propia salud mental. La consejería local y familiar son herramientas valiosas que debemos perfeccionar, aprendiendo de las lecciones que las propias comunidades nos ofrecen. Este enfoque debe ser adaptativo, guiado por el contexto local al priorizar los problemas de salud mental. No hay soluciones universales; debemos ser arquitectos colectivos de soluciones específicas para cada comunidad», dijo Solís.
La Representante de la OPS concluyó reiterando el compromiso de la Organización a apoyar este viaje hacia un bienestar mental genuino y duradero.